Sara García Alonso (León, 1989) fue seleccionada en noviembre de 2022 como astronauta de reserva en la Agencia Espacial Europea (ESA). Investigadora del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO), desde 2022 lidera un proyecto para descubrir nuevos fármacos contra el cáncer de pulmón y páncreas.
Astronauta e investigadora del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas
Sara García Alonso: «La ciencia no es un gasto. Es una inversión que retorna con creces a los países que apuestan por ello»
- Entrevista
Fecha de primera publicación: 26/09/2024
Además de su labor como investigadora también dedica tiempo a la divulgación científica. Ejemplo de ello es su participación en la última edición de Naukas Bilbao, organizada por la Cátedra de Cultura Científica de la UPV/EHU, con una charla en la que insistió en la necesidad de la inversión en ciencia. Este año se ha subido al escenario del Euskalduna con la charla titulada "El verdadero valor de un traje espacial", lo que podríamos considerar un alegato en favor de la investigación en ciencia.
¿Hace falta una mayor pedagogía para explicar que la ciencia es una inversión y no un gasto?
La intención de la charla era precisamente esa: hacer un alegato en favor de la investigación. Siempre he considerado que la ciencia no es un gasto, sino una inversión que retorna con creces a los países que apuestan por ello. Con esta pequeña conferencia quería acercar a la audiencia ejemplos de cómo la inversión en exploración espacial se ha traducido en objetos, aplicaciones, conocimiento e inspiración del que nos beneficiamos todos en la Tierra.
Se podría decir que a su amplia labor como investigadora se le ha sumado, con la multitud de charlas que ha ofrecido en los últimos meses, el de la divulgación científica. En un momento en el que la desinformación parece ganar terreno y más allá de las publicaciones científicas ¿se ha vuelto la divulgación para el gran público un elemento indispensable para el mundo de la ciencia?
Considero que la mejor herramienta contra la desinformación es la divulgación científica al gran público. Más allá de las publicaciones académicas, la comunicación clara y accesible de los avances científicos fomenta el pensamiento crítico y combate los mitos. Además, permite que la sociedad comprenda mejor los beneficios de la ciencia, lo que puede influir en decisiones políticas y en el apoyo a la investigación. También creo firmemente que la divulgación también inspira vocaciones y fortalece la confianza pública en el conocimiento científico.
El proceso para ser seleccionada como astronauta en reserva de la Agencia Espacial Europea (ESA) no ha sido sencillo. ¿Cómo ha sido ese proceso?
Se trata de un proceso muy exigente que duró unos 18 meses, con 6 fases. La primera fase, a la que nos presentamos 23.000 personas, consistía en la evaluación del currículum, una carta de motivación y un cuestionario. La segunda, realizada en Hamburgo y en la que participamos 1.400 personas, realizamos exámenes de matemáticas, física, inglés y pruebas cognitivas. En la tercera fase, ya con 400 candidatos y realizada en Colonia, fue el turno de las dinámicas de equipo, test psicométricos y evaluaciones psicológicas. La cuarta fase, realizada en Tolouse y Colonia por 100 candidatos, fueron las pruebas médicas y la quinta, en Colonia y en la que participamos 50 personas, consistió en una entrevista con un panel de directivos y personal de la ESA. Por último, en la última fase en París, tuvimos una entrevista con el Director General de la ESA.
Lo más desafiante fueron los test de inteligencia en Hamburgo, mientras que lo más duro, al menos para mí, fue lidiar con la incertidumbre sobre cómo y cuándo iban a ser las pruebas así como la propia preparación para las mismas. No había un temario específico, de modo que la forma de prepararse fue intuitiva y autodidacta.
Usted es bióloga molecular. ¿Cuáles son las oportunidades que le ofrecerían a su campo de investigación, por ejemplo, la posibilidad de trabajar con gravedad cero?
La investigación en microgravedad abre un mundo de posibilidades para generar conocimiento y nuevas aplicaciones que no se pueden reproducir en la Tierra. Hay múltiples ejemplos de aplicaciones e investigaciones llevadas a cabo en la estación espacial internacional relacionados con investigación oncológica: cristalización de proteínas, nuevas formulaciones de fármacos contra el cáncer, sistemas de monitorización de tumores, o modelos de tumores como organoides.
La carrera espacial ha cambiado mucho en las últimas décadas. Hay nuevos actores y también han entrado en juego iniciativas privadas. ¿Cómo cree que influirán esos cambios a corto o medio plazo?
La entrada de actores privados y nuevos países en la carrera espacial ha acelerado la innovación, reduciendo costos y ampliando las oportunidades comerciales. A corto plazo, veremos más misiones y una mayor colaboración público-privada. A medio plazo, la competencia geopolítica y la exploración de la Luna y Marte podrían impulsar avances tecnológicos significativos. Sin embargo, esto trae consigo nuevos desafíos relacionados con la sostenibilidad y la regulación, especialmente en lo que respecta a la gestión de la basura espacial.